Buscar ayuda no es un paso fácil.

 

Implica tomar conciencia, al menos en parte, de un malestar psicológico que puede ser difícil de aceptar.

• Tal vez usted o su hijo estén atravesando dificultades en su vida personal o profesional.

• Quizás quiera explorar el sentido más profundo de la existencia, o simplemente volverse más consciente de sí mismo y de sus limitaciones, para así encontrar mayor alegría y libertad.

• O quizá sea un expatriado que enfrenta malentendidos culturales, la distancia de sus seres queridos o la nostalgia.

 

Mi propia experiencia de reubicación, sumada a la posibilidad de hablar en su lengua materna y compartir referencias culturales, puede hacer que su proceso terapéutico sea más fluido y completo. Esto puede ayudarle a recuperar claridad y confianza, o a su hijo a sentirse seguro y adaptarse más fácilmente a su nuevo entorno.

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• Naturalmente, solemos minimizar aquello que no parece una "enfermedad real", a pensar que pasará por sí solo, a sobreestimar nuestra fortaleza.

 

• Tampoco es dificil aceptar la ayuda de alguien desconocido, cuando nuestro primer impulso suele ser acudir a nuestros seres queridos : familiares, amigos.

 

• Y, sin embargo, pese a sus buenas intenciones y disposición para escuchar, rara vez son las personas más adecuadas para ayudar.

 

• Los problemas psicológicos requieren una escucha imparcial y una distancia emocional, que los allegados no pueden ofrecer. Para ello es necesario contar con la ayuda de un profesional : un psicólogo, un psicoterapeuta, un psiquiatra o un psicoanalista.

 

Superar estos obstáculos iniciales no es sencillo, pero si ha decidido buscar ayuda, es un buen comienzo.